El Bloqueo Creativo

Alguna vez has estado frente a tu ordenador, máquina de escribir o una hoja de papel intentando escribir las primeras líneas de tu novela o avanzar al siguiente capítulo, y de repente, te has detenido como si la tinta de tu lapicera se hubiese secado. Si nunca has tenido esa experiencia, deseo felicitarte, porque a mí me sucede a menudo. Es como si las ideas se hubiesen evaporado y la historia se hubiera detenido como por arte de magia.
El bloqueo creativo, en muchas ocasiones, puede ser algo terrible, pero, al igual que en la vida, detenerse en una señal de alto puede ser algo muy importante. Cuando experimento estos bloqueos, he aprendido a escuchar el silencio. Es como si, en mi interior, algo me estuviera diciendo que debo parar para analizar realmente lo que estoy escribiendo. A veces, me enamoro de una idea o un tema para el cual no estaba preparado, y es en ese momento cuando descubro la importancia de lo que llamo el «silencio creativo».
El bloqueo creativo muchas veces responde a la falta de interés que hemos descubierto mediante horas de trabajo. Lo que alguna vez me pareció una gran idea, conforme seguía escribiendo, me di cuenta de que la historia realmente carecía de fondo y que el tema que estaba desarrollando no era tan importante como lo había pensado al inicio. Muchas veces he tenido que dejar una novela y retomarla después de muchos años. Con el tiempo, he aprendido que una historia debe reposar y fermentar como los buenos vinos. Retomar una historia luego de haberla abandonado por años me ha dado el tiempo suficiente para madurar como ser humano y, solo así, puedo enfrentarme nuevamente a la aventura de continuar escribiendo.
En muchas ocasiones, esta pausa se siente como una voz interna que deja de hablarme porque ha notado que he estado escribiendo escenas tras escenas que están lejos de ser una gran historia. El acto de escribir debe ser apasionante y, para ello, debemos estar bien preparados. A menudo caemos en la tentación de utilizar la escritura como una forma de desahogo, canalizando nuestras frustraciones y resentimientos hacia un personaje, convirtiéndolo en un villano y usando nuestra historia como un amplificador de sus defectos, en un intento de tomar venganza.
Sin embargo, el arte de escribir es un acto de honestidad. Más allá de nuestras emociones, lo que buscamos es elevar nuestros sentimientos y ayudar a otros a sentirse inspirados con nuestros relatos. En algunos casos, el bloqueo creativo no significa que la pasión o la imaginación me hayan abandonado, sino que, simplemente, algo dentro de mí ha observado que en ese momento no estaba preparado para escribir esa historia en particular.
El bloqueo creativo me ha servido para detenerme y reflexionar: ¿es esta realmente la historia que deseo escribir? ¿estoy preparado para escribir sobre este tema?, tengo la madurez suficiente para enfrentar este tema?
Tal vez, en ese silencio, encontramos las respuestas que necesitamos para continuar.
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